Superar el miedo a la muerte
La vida es ese periodo de tiempo en el cual disfrutamos de todas las experiencias sensoriales, cognitivas y conductuales de una existencia humana. Algunas de ellas son positivas y otras no, pero todas dejan en nosotros recuerdos, enseñanzas y aprendizajes, que quedan grabados en nuestra memoria. Pero, la vida no es eterna, los humanos somos seres finitos que solemos vivir con la perenne incertidumbre de cuando llegará nuestra muerte.
Somos plenamente conscientes de que la muerte nos ocurrirá, este es un hecho que no tiene remedio y, siendo así, no debería causar pensamientos negativos. Sin embargo, el miedo a dejar este mundo es algo muy extendido, muy común que, lejos de mantenerse como un sencillo estado de preocupación, algunas personas pueden experimentar trastornos de angustia y ansiedad, que a veces se transforma en fobia cuando el miedo a la muerte es un pensamiento demasiado recurrente.
El miedo a la muerte.
El miedo a la muerte acompaña al humano desde siempre. Toda la historia humana está mediada por el miedo a morir. Cada persona, no obstante, la observa de una manera diferente, de acuerdo con sus creencias, costumbres y tradiciones. La muerte es un evento con el que nos relacionamos a diario, aparece en las noticias cada día y, a medida que nos hacemos mayores, la encontramos en la ausencia de personas que conocemos y queremos.
Aunque la muerte pone fin a la vida, no podemos hablar de ella como un proceso más de la misma, ya que envuelve factores importantes para la vida que no pueden traducirse simplemente en su final. En este sentido, morir nos da miedo no solo porque dejamos de existir, sino porque suma la incertidumbre de qué sucederá con nuestro entorno y genera miedo a lo desconocido. A su vez, el miedo a la muerte suele ir de la mano de otros temores, como el miedo a al dolor y al sufrimiento.
¿Por qué se produce el miedo a la muerte?
Cuando el miedo a la muerte da el salto del simple temor a un estado condicionado por pensamientos distorsionados, obsesivos y rumiantes capaz de generar situaciones de pánico, aparecen las fobias a la muerte. Y hablo de fobias en plural, porque el miedo a la muerte da origen a la tanatofobia y a la necrofobia.
La tanatofobia es el miedo irracional que se relaciona con el propio hecho de morir, es decir, el miedo a que moriremos algún día. Es decir, se trata de un rechazo a la idea de morir, al fin de la existencia humana y se acompaña de un estado de angustia extremo que cobra mayor intensidad cuando percibimos riesgos ciertos de que la vida toque a su final. Y no solo ocurre con enfermedades con riesgo cierto de muerte, sino también con enfermedades leves o de carácter psicosomático.
La tanatofobia es la fobia a la muerte más común y se puede acompañar de ataques de pánico recurrentes, en ocasiones, en los casos más severos, vivir a diario con la idea de poder morir en cualquier momento, lleva a conductas de paranoia.
Por otro lado, existe el miedo a la muerte propiamente dicha, es decir, con todo lo relacionado con el fin de la vida en general y lo que recuerde este final, como por ejemplo los cementerios, los cadáveres, los fantasmas, etc., a este fobia se la conoce como necrofobia. La causa más frecuente de esta fobia son los traumas, especialmente los ocurridos en edades tempranas, donde se pierden figuras de apego y para las cuales no se está preparados.
Conflictos y trastornos relacionados con el miedo a la muerte.
Sea cual sea el tipo de miedo o de fobia que una persona pueda sentir o experimentar hacia la muerte, el producto resultante de esta emoción y pensamientos intrusivos está altamente relacionado a la aparición de trastornos obsesivos compulsivos (TOC), que hacen que la persona viva en una intranquilidad constante por pensar casi a cada instante que cualquier cosa podría ocasionarle la pérdida de la vida. Como consecuencia de esta forma de contemplar la vida, estas personas tienen especial cuidado de no enfermar o de no practicar cualquier actividad que les pueda parecer mínimamente "peligrosa", como conducir o subirse a un avión.
En el mismo sentido, el miedo a la muerte despierta señales de hipocondría o Trastorno de Ansiedad por enfermedad, que es una enfermedad que se basa ene un miedo excesivo e irracional a padecer enfermedades físicas o mentales. Además, suelen cursar con este miedo fóbico otras enfermedades de carácter psicosomático que suelen ser un gran impedimento para tener una vida normal.
El miedo a la muerte crea niveles de ansiedad altamente estresantes, que eventualmente llevan a la persona a imaginar que va a morir o que está muriendo. En los casos más extremos, los individuos con miedo patológico a la muerte pueden llegar a resignarse hasta el punto de que realmente no les importa vivir, y como salida desesperada recurren a intentos de suicidio por ese miedo a morir que genera un estado de ánimo cargado de depresión y estrés.
El miedo a la muerte crea niveles de ansiedad altamente estresantes, que eventualmente llevan a la persona a imaginar que va a morir o que está muriendo. En los casos más extremos, los individuos con miedo patológico a la muerte pueden llegar a resignarse hasta el punto de que realmente no les importa vivir, y como salida desesperada recurren a intentos de suicidio por ese miedo a morir que genera un estado de ánimo cargado de depresión y estrés.
La psicoterapia para superar el miedo a la muerte.
Tener miedo a morir no es algo dañino por sí, ya que es bastante racional tener este miedo, especialmente si se realizan actividades que entrañen algún tipo de peligro. Pero, cuando el miedo es irracional e invade todos los espacios de nuestra vida, llegando a ser incapacitarne en algunos casos. Cuando esto ocurre es, probablemente, el momento propicio para recibir ayuda psicológica.Esta ayuda viene de la mano de varias alternativas de terapias psicológicas, por un lado, la evidencia de eficacia de la terapia cognitivo-conductual es una de las mejores maneras de afrontar el miedo a la muerte, a través de ésta, la persona llega a exteriorizar los motivos por los cuales se siente invadido por ese temor. Esta psicoterapia se complementa en el apoyo de técnicas de relajación, que ayudan a bajar los niveles de ansiedad, reducir la angustia y evitar los ataques de pánico. En ocasiones, los grupos de apoyo resultan eficaces para abordar este trastorno.
Consejos para superar el miedo a la muerte.
El miedo a la muerte es una condición normal y muy común. Todas las personas piensan periódicamente en cómo podría llegar a ser ese momento. El problema es que un gran número de individuos convierte ese temor en un miedo paralizante e incapacitante; básicamente, en una fobia. Si no quieres formar parte de ese grupo, lo primero que debes hacer es cobrar consciencia de que todos esos pensamientos en relación a la muerte son totalmente normales, y que en nada deberían afectar el desarrollo pleno de nuestro día a día.
En este sentido, si tanto miedo le tenemos a morir, entonces también debemos hacer todo lo posible por cuidar nuestra salud. No es lógico que sintamos temor por la muerte pero tengamos algún hábito de consumo poco saludable, como pudieran ser las bebidas alcohólicas o los cigarrillos. Lo ideal es eliminar cualquier actividad que realmente represente un factor de riesgo para nuestra vida, así como actuar con prudencia ante situaciones de verdadero peligro. Estas prevenciones ante riesgos reales ayudaran a disminuir ese miedo.
Por otra parte, también es importante estar conscientes de que la muerte tan solo es otro proceso de la vida misma, entonces, ¿por qué gastar tantas energías y dedicar tanto esfuerzo mental a algo que apenas dura un instante? Pasa más tiempo disfrutando todo lo que haces, comparte con amigos y familiares, realiza viajes a lugares que nunca hayas visitado; cualquier actividad que cause algún grado de satisfacción te ayudará a enfocar tus emociones en darle más importancia a lo que estás viviendo, en lugar de pensar en lo que ocurrirá cuando ya no estés en este mundo.
A fin de cuentas, la muerte es lo único seguro que tiene la vida, así que, ¿por qué temerle? Es mejor disfrutar la vida plenamente mientras la muerte llega, y esta decisión debe ser tomada antes de que sea tarde y no quede tiempo de nada; si bien es cierto que algún día nos vamos a morir, más cierto es que el resto de los días, vamos a vivir.
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