Estrategias básicas para superar una ruptura de pareja

Con frecuencia, las personas que pasan por una separación sentimental dolorosa, no saben cómo afrontar esa situación. Es lo primero que manifiestan cuando acuden a la consulta psicológica. En este artículo, trataré de orientar a quien esté atravesando por un proceso de separación, exponiéndole algunas de las estrategias básicas que hacen posible que ese tiempo de incertidumbre, tristeza y malestar, acabe pasando. Por lo general, estas estrategias funcionan mejor si son orientadas y acompañadas por ayuda profesional.

Las relaciones amorosas son una fuente primaria de felicidad y satisfacción para la mayoría de las personas, por lo que su ruptura suele convertirse en una de las mayores fuentes de malestar psicológico y de disminución del nivel de satisfacción vital de la persona. Superar una ruptura amorosa es una experiencia cargada de estrés, por lo que resulta necesario defenderse de sus repercusiones sobre nuestras vidas (te animo a escuchar el podcast cuando finalices con esta lectura).

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No es fácil aceptar la ruptura.


La química del amor, funciona sobre nuestros sistemas neuronales de forma similar a la que lo hacen algunas drogas , por lo que algunas personas sufren algo similar a un «enganche» a los sentimientos que experimenta por la otra persona de la pareja. Cuando la relación se rompe el dolor emocional puede ser muy intenso, incluso devastador. Ciertamente, no es nada fácil aceptar que la situación ha llegado a su final, que la otra persona rehará su vida sin nosotros y todo lo vivido quedará atrás para no volver nunca más.

Como no es fácil que aceptemos las rupturas, las recaídas (como con las drogas), suelen ser habituales, esto se debe a que el desamor no es un proceso lineal, sino que está repleto de altibajos. Son varias las fases del desamor que se superan con tiempo y con las conductas de superación adecuadas, no obstante, es posible volver a etapas anteriores cuando volvemos a ver a la personas amada o no hemos realizado adecuadamente las estrategias de «desenganche» emocional.

Hay determinadas personas que, cuando sufren por desamor, presentan serias dificultades para superar estas situaciones, por cuestiones distintas, como la baja autoestima, pobres habilidades sociales o trastornos psicológicos de diferente índole. Destaca, singularmente, la ansiedad como el factor que más obstaculiza la recuperación tras la ruptura, ya que perjudica que el tiempo realice su gran trabajo de adaptación de la persona a los cambios. En estos casos es necesario acudir a un psicólogo especializado en esta temática, y es importante evitar la administración de fármacos, pues es necesario adquirir creencias realistas sobre las relaciones de pareja, mejorar las habilidades de relación con los demás, o aprender a quererse a uno mismo/a.

Estrategias para superar el desamor

Son numerosas y variadas las causas por las que se produce una ruptura amorosa. No entraremos en ellas, ocuparía un espacio y un tiempo del que no disponemos en este artículo. En lo que sí me detendré, es en algunas de las estrategias que permiten a la persona, especialmente a aquella que no querían el final de la relación, no comparten los motivos para que esta se produzcan o no comprenden por qué ha pasado. Se trata, básicamente, de reducir el malestar intenso e inesperado y la posible aparición de pensamientos negativos, recurrentes y obsesivos de culpabilidad o la manifestación de rencores.

Como en casi todo lo que nos sucede en la vida, especialmente aquello que supone un esfuerzo emocional, aceptar el afrontamiento y alejarnos de las conductas de evitación, suele ser la mejor manera de superar la adversidad puesto que nos fortalece la capacidad para la resiliencia. Espero que las siguientes recomendaciones te sean de utilidad para afrontar el malestar y la incertidumbre que vives si estás experimentando una ruptura amorosa, que te genera frustración y pensamientos de culpabilidad.

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1.  Gestiona tus emociones en fase de duelo.

Una ruptura amorosa, desde el punto de vista de la psicología, implica un proceso de duelo personal, que suele resultar intenso. Malestar, hostilidad, nostalgia o tristeza son indicadores de la presencia de un desequilibrio mental y emocional propio de la experiencia de ruptura.

Dicho desequilibrio tiene, tiene una extensión temporal, variable según la persona y puede conllevar o una maduración personal o una cierta regresión emocional. Se trata de una fase de adaptación natural que variará en intensidad y duración.

2. Deja de buscar culpables.

Una relación amorosa es un uno dual, es decir, lo formas dos personas que, aunque compartan muchas cosas, son , básicamente, diferentes. Cada parte de la relación juega, o debería jugar un papel similar en relación al protagonismo dentro de esta o en el momento de la ruptura. Sin embargo, hay quienes tienen una mayor tendencia a culpabilizarse, a sentirse por acción u omisión, responsable de la ruptura.

La recomendación es que sentirse culpables o buscar culpabilidades debe considerarse como un esfuerzo muy inútil, incluso en las situaciones donde ha existido deslealtad o infidelidad. No servirá de ayuda en el proceso de recuperación, más bien todo lo contrario.

3. No te precipites. No evites ni huyas.

Calma y serenidad es lo que más nos conviene, aunque nos parezca algo realmente difícil de conseguir en una situación tan dolorosa como la de una ruptura sentimental. Aunque parezca imposible, tu objetivo tiene que centrarse en recuperarte, pasar cuanto antes esa página del libro de tu vida. Enfocarte en acciones productivas te ayudará a salir adelante de la ruptura amorosa de la mejor forma posible.

Para conseguir este enfoque, resulta muy adecuado tomar decisiones de la manera más sosegada y reflexiva posible, intentando tomar distancia del malestar actual y que te permitan elaborar estrategias de afrontamiento (que puedes elaborar con el terapeuta, en su caso) que favorezca el avanzar en las distintas etapas necesarias para superar el desamor y la ruptura sentimental.

4. Trabaja la soledad y la inseguridad.

No es extraños que, tras una ruptura amorosa aparezcan sentimientos de soledad, inseguridad y abandono. Estos sentimientos son completamente normales en los primeros momentos, ya que la persona se encuentra habituada a sentirse acompañada y apoyada, concibiéndose a sí misma como parte de la pareja

Una de las maneras más efectivas de enfrentarse a estos sentimientos es centrarse en los aspectos positivos de una o de uno mismo, que en su momento contribuyeron a mantener la relación amorosa. Esto es importante porque permite reconceptualizar la ruptura como una oportunidad para redefinirnos.

5. Limita el contacto con tu expareja.

En este momento es importante que tanto tú como tu ex pareja dispongáis del tiempo y espacio necesarios para reflexionar acerca de lo sucedido. En ningún caso resulta adecuado insistir en seguir debatiendo vuestra relación o las causas de la ruptura una y otra vez o, en el extremo opuesto, mantener vuestra relación como amigos desde el primer momento como si nada hubiera pasado.

Independientemente de las causas de la ruptura amorosa, ambos tenéis que aprender a estar sin el otro. En caso de no hacerlo, existe el riesgo de establecer una relación perjudicial entre ambos, basada únicamente en la costumbre, los reproches y la dependencia, que impedirá que sigáis adelante. Todo ello no significa que no sea posible volver a establecer contacto, sino que, al menos inicialmente es importante poner atención en limitarlo de alguna forma con el fin de crear el espacio necesario para la recuperación y pasar página.


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